Las edificaciones son responsables de 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país y un poco más del 10% de la
energía generada es destinada a climatizar viviendas residenciales. Estos valores pueden ser disminuidos sustancialmente con la incorporación de aislación térmica en los componentes de la envolvente edilicia, como cubiertas y muros.
Actualmente en nuestro país contamos con una serie de leyes, ordenanzas y normativas que exigen y recomiendan mejoras en la envolvente
edilicia con el fin de mejorar las condiciones de confort interiores y disminuir los valores de consumo energético en edificaciones.
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Ante este escenario, los materiales aislantes como: el EPS, el Poliuretano y la lana de vidrio, entre otros, tienen la llave técnica para lograr
estos objetivos de reducción de consumo.
En un escenario comparativo, 5cm de EPS tienen la misma capacidad aislante que 2.30 metros de hormigón, 1.10 metros de ladrillo común y
5 ladrillos huecos de 18cm equivalentes a un muro de 90 cm de espesor. De esta forma es evidente que las mejoras térmicas que aportan los materiales aislantes son indiscutibles.
Misma aislación térmica según espesor
Las normas IRAM dedicadas a aislación térmica en edificios, y en particular la 11605, establece tres niveles de aislación térmica. Asimismo dicha norma tiene como objetivo establecer parámetros comparativos por zona bioambiental y por componente de envolvente (Cubierta y muro). Cabe destacar que en el año 2018 el nivel C (el menos eficiente) quedó desestimado siendo los únicos validos a la fecha el nivel A y el B de la norma en cuestión.
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Tomando esa norma como referencia y estableciendo distintos escenarios para cubiertas, los resultados son los siguientes:
*Los valores de los niveles de aislación térmica (A, B, C) son valores promedios y de referencia para la provincia de Buenos Aires. Para obtener los valores correctos de cada localidad se debe consultar la Norma IRAM 11603 y 11605.
Definido este modelo se pueden comparar los distintos valores de Transmitancia térmica para diferentes sistemas constructivos de cubiertas en las seis zonas bioambiental del país.
Con la incorporación de espesores acordes de materiales aislantes en la envolvente edilicia se logran mejoras de al menos el 50% en el consumo energético. Esto impacta directamente en los costos, la inversión en equipos de climatización y las mejoras en la calidad del confort térmico en los edificios. En relación a los costos globales de construcción no excede el 1.5% comparado con las soluciones constructivas que no contemplan aislación térmica.
